Camila Avella viajó a El Salvador para representar a Colombia en la nueva edición de Miss Universe, acompañada por una gran delegación familiar, encabezada por su esposo Nassif Kamle y su pequeña hija, Amelia.
Ella sabe que no será tan fácil, pues el reto de ser Miss Universe Colombia implica muchas obligaciones, en un trabajo que ha aumentado cuando logró la corona nacional y que tendría pocos días para la cita orbital que se realizará en el país centroamericano el próximo 18 de noviembre.
Han sido siete semanas las que han transcurrido desde que logró la corona nacional, pero a las cuales le suma toda la preparación de meses que tuvo para llegar a Miss Universe Colombia representando al departamento del Casanare y convertirse en la nueva soberana de la belleza nacional.
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En medio de la preparación, Camila habló de lo que ha sido su corto reinado como soberana de la belleza y lo que espera lograr en El Salvador.
Miss Universe es un concurso que viene eliminando muchas reglas del pasado, como el solo admitir mujeres solteras y sin hijos, ¿qué tipo de mujer busca ahora este concurso?
Creo que están concentrados en lograr encontrar una mujer empoderada, segura de sí misma. Pero además, es una oportunidad que nos dan a las mujeres que somos casadas y madres, que podemos seguir viéndonos bellas, emprendedoras y que podemos seguir cumpliendo nuestros sueños. Están rompiendo con muchos estereotipos para seguir evolucionando.
¿Qué significa que eventos como estos ya no tengan en cuenta el
estado civil de las participantes?
Creo que por muchos años nos habían encasillado, mostrando que este tipo de concursos sólo era para jovencitas y solteras, pero creo que es un gran avance que se
entienda que una cosa no tiene que ver con la otra, que las mujeres casadas, las que somos madres, perfectamente podemos participar y lograr un importante resultado.
Durante este tiempo de preparación, ¿qué cosas pulió en las últimas semanas con miras a Miss Universe?
En lo que más me he enfocado, que a veces lo dejamos de lado, es en la inteligencia emocional, porque si no creo en mí, nadie lo hará. Busco sentirme cada día más segura, con más confianza, y en eso he trabajado, porque a veces no nos sentimos merecedores de nuestros logros. Es importante ver nuestro recorrido para darnos cuenta que no ha sido gratuito lo que hemos obtenido.
Siendo Miss Universe Colombia, ¿le ha afectado la parte emocional?
Yo creo que antes de mi participación como Miss Casanare, en todo ese proceso de encontrar el balance entre mi vida personal, familiar y profesional, fue bastante retador; pero en la preparación descubrí que cuando tú te organizas, con determinación te levantas todos los días por tu propósito, porque es algo que siempre quise y hoy en día estoy lista para demostrar que ese sueño lo tuve y que lo voy a conseguir.
En muchos momentos de mi vida he recibido muchos no, y por más fuerte que seas, eso llega a afectar tu balance, pero puedes aprender que esos no pueden también ser una oportunidad de mejorar. Nosotros también debemos aprender como seres humanos que nuestros errores nos hacen también seres únicos.
¿Ha hablado con su esposo sobre la posibilidad de lograr la corona de Miss Universe, lo que les cambiaría la vida?
Desde que me inscribí en Miss Universe Colombia ya sabía que dado caso de ganar, cambiaría mi vida y la de mi familia, con muchos compromisos, con una gran responsabilidad; pero así como lo he venido demostrando todo este tiempo, mi esposo ha estado a mi lado, asegurándome que si me tengo que ir para Tailandia o al fin del mundo, él siempre me acompañaría. Es algo que me hace sentir muy tranquila, porque yo he estado para él en sus proyectos y ahora cuento con él en los míos.
Miss Universe se realiza este año en El Salvador, ¿qué le diría a Nayib Bukele, su presidente, si lo llega a conocer?
Él para mí es la viva imagen de un líder transformacional al posicionar rápidamente a todo un país. Hoy en día El Salvador es uno de los países más seguros de América Latina, por lo que merece toda mi admiración. Es un hombre joven y de familia que está dejando un gran mensaje para las nuevas generaciones; y si tengo la oportunidad de hablar con él, creo que tendremos muchos temas en común para conversar y hablarle de mi país, para que se enamore mucho más de Colombia.
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