Según reveló el periódico El Tiempo, al fiscal Marcelo Pecci sus verdugos lo venían siguiendo desde Paraguay, y que su crimen estaba fríamente calculado para que se perpetrara en esta playa, en donde no había seguridad para el funcionario público.
Para los agentes de inteligencia que están investigando el crimen de Marcelo, los sicarios venían desde Asunción, en el mismo vuelo de la víctima y su esposa. Ellos abordaron un avión de la aerolínea Copa y aterrizaron en Cartagena el 5 de mayo.
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Por esta razón, los investigadores encargados de investigar el homicidio de Pecci paraguayo ya solicitaron la lista de todos los pasajeros que se encontraban a bordo del mismo avión rumbo a tierras colombianas.
Lo raro de este crimen es que casi nadie sabía que Marcelo pasaría su luna del miel en Cartagena, ya que por seguridad -pues viajó sin escoltas-, mantuvieron su viaje en secreto. Incluso, las autoridades colombianas desconocían la visita del extranjero.
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