El caso más reciente ocurrió en Brisas del Volador, en la parte alta de Ciudad Bolívar, donde la comunidad aseguró que han aparecido varios perros apuñalados en los últimos días.
La situaciones de maltrato para decenas de perros y gatos residentes en la localidad de Ciudad Bolívar son, por decir lo menos, inaceptables, y se ha denunciado en repetidas ocasiones los casos de envenenamientos masivos, de mascotas en situación de abandono y de animales que han aparecido acuchillados, torturados o asesinados.
En las últimas semanas en varios barrios del sector de Brisas del volador, unos 40 perros han sido envenenados y han muerto en condiciones miserables a causa de la saña y la crueldad de personas que les envenenan la comida, los golpean, los asfixian o como pasó en días pasados, los atacan con machete. Una barbaridad que cientos de vecinos y residentes de la zona buscan cambiar.
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La mañana de ayer hablamos con Blanca Cárdenas, integrante de la junta de acción comunal de Brisas del Volador y líder de la zona, quien nos dio luces sobre la compleja situación que se vive en el sector en materia de maltrato y de responsabilidad con la tenencia de animales.
“No se entiende tanta maldad”
“El caso que más nos ha impresionado por la violencia y la crueldad, es el de un perrito que apareció con muchas heridas de puñal. A él le pegaron unas 15 puñaladas. Incluso la persona que lo agredió le pegó machetazos en el lomo y le desprendió uno de sus miembros. Nosotros nos dimos cuenta porque el perro nos avisó. Acá en el barrio tenemos una huerta comunal y el animalito apareció ahí malherido.
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Una vecina que lo escuchó salió a ver por qué el perrito ladraba tanto y luego se dio cuenta que ese pobre animal no podía ni comer. Parecía que lo habían dejado vivo en esas condiciones solo para que lo viéramos. A partir de ahí nos encontramos unos 40 perros envenenados en sectores de Los Alpes, las partes altas y bajas de Brisas y en El Diamante también”, nos contó la mañana de ayer la señora Blanca, quien se ha echado a su espalda el peso de velar por los animales de su sector sin esperar ninguna remuneración, mientras recorríamos varias calles de la parte baja del sector de Brisas del Volador.
¿Qué hacer?
Durante el recorrido que realizamos, a primera vista resultaba evidente una sobrepoblación. Perras embarazadas y cachorros abandonados forman parte del paisaje que completan perros amarrados, otros con sarna y varios más que buscan algo mejor en la basura. Vecinos han aunado esfuerzos para no permitir que los perros coman sobrados que sospechosamente aparecen en las mañanas en las esquinas; han encontrado trozos de salchichón con raticida y sobras de comida con restos de vidrios, tuercas y tornillos.
“Acá la cosa con los perros y los gatos es compleja. El primero factor son los dueños, gente que tiene animales para mantenerlos encerrados y amarrados. Mucha gente sigue pensando que tener mascota es como tener juguetes. Ahora nos estamos concentrando mucho en jornadas de sensibilización y para eso necesitamos más apoyo de las entidades del Distrito. Yo ya estoy cansada de pasar derechos de petición para que realicen jornadas de esterilización acá en la zona. Eso es primordial.
“Por otro lado, está la gente que definitivamente es violenta e intolerante y desahoga su frustración contra los más débiles. Además hay mucha gente que no ha sido educada en entornos con animales y creen que se trata de un mueble más. Por eso queremos enfocarnos las jornadas de tenencia responsable”.
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El esfuerzo comunal por salvar las vidas de los más vulnerables, es notable. Pero no suficiente. Desde la pandemia los índices de animales abandonados y maltratados han crecido notablemente y en buena parte es la comunidad la que se ha encargado de velar por que tengan mejores condiciones.
“Además de ser una labor social, esto se trata de forjar mejores personas, de que un niño entienda desde su formación en casa que la vida es valiosa y que debe respetarse, sea de una persona o de un gato. Lo que estamos haciendo, además de hacerlo por los animales, lo hacemos por nosotros, porque estamos mamados de vivir en entornos violentos desde que nacemos. Y para eso, esta tarea es fundamental”.
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