Luego de que se conociera la captura del sacerdote colombiano Carlos Alberto Pérez Arco el Viernes Santo en Italia por el delito de pedofilia, se han venido revelando una serie de eventos que acusan al religioso desde hace varios años.
En agosto de 2018 el monseñor Humberto Lugo Argüelles, fundador del Instituto Misionero San Juan Eudes, mediante un documento había reportado al sacerdote Carlos Alberto por tener comportamientos inapropiados con menores de edad.
En el documento, publicado por Blu Radio, monseñor Humberto escribió que había escuchado comentarios de que el sacerdote colombiano habría incurrido en “presunto delito con menores de edad”. Además, mostraba asombro por el puesto que tenía actualmente el religioso: “Lo insólito es que lo tienen en Carpineto Romano. ¿Le habrán comunicado a monseñor Loppa, obispo de Anagni – Alatri?”, se lee en el documento.
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“Ya me dirigí, como lo puede notar en la carta, a los obispos de Colombia a quienes les corresponde, por ser de derecho diocesano, actuar en causa. El 29 de este mes hemos cumplido dos meses exactos de mi entrega de esta carta en la Curia de Bogotá y el envío de sendas copias a los obispos que les corresponde tal asunto. Hasta hoy no he tenido respuesta, pero en tratándose de asunto tan delicado, esperaré un poco más por respeto a los señores obispos, para dirigirme directamente a la Santa Sede”, escribió monseñor Humberto.
Los líos del sacerdote en Italia:
Sin embargo, su captura en Italia no se dio por estos hechos perpetrados en Bogotá, sino porque dos familias italianas lo denunciaron ante las autoridades porque, presuntamente, habría abusado sexualmente de dos jóvenes en Carpineto Romano, en la provincia de Roma (Italia).
El sacerdote de 40 años hasta el día de su captura, hacía parte del Instituto Misionero San Juan Eudes, ubicado en la localidad Carpintero Romano, desde hace tres años.
Según la denuncia presentada por los padres de dos menores, los hechos se habrían perpetrado en diciembre del año pasado.
“Los padres de dos menores de la localidad lo denunciaron a la Policía poco antes de la Navidad. Los niños habrían sido abordados fuera de la parroquia y el misionero les habría hecho insinuaciones de carácter sexual”, contó el medio italiano Il Messaggero.
El otro antecedente que se conoció de este cura, ocurrió en 2018 en una misión que se realizó en África. No obstante, en esta oportunidad no pasó nada y el religioso continuó con sus labores, incluso fue trasladado a Italia.
Al cierre de esta edición, el sacerdote permanecía detenido en Italia, a la espera de que se defina su situación judicial, ya que los padres de las dos presuntas víctimas alegan que el religioso abusó sexualmente de ellos.
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