Se trata de Hernando José Molina, quién salió de prisión para convertirse en un defensor de la naturaleza. Pero sus excompañeros del ELN lo asesinaron, pues consideraron que los habái traicionado.
El hombre habría pagado por 84 meses sus crímenes, en prisión se convirtió en defensor del medioambiente y el desarrollo sostenible.
“Su relación humana la tejió alrededor de la siembra. Creo que en los últimos años le dio más a la gente que cuando estaba en armas. El hecho de que él no volviera al ELN fue tomado como una traición”, señaló su esposa, quien pide justicia por el atroz crimen.
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“Que el mundo conozca que la defensa de este ser humano me puede costar la vida”, puntualizó la mujer.
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