“Eso fue casi como a las 11 de la noche. Nosotros estábamos acá dentro del local e, incluso, había varios clientes esperando pedido y otros comiendo en el restaurante cuando empezamos a escuchar los disparos. Sonaron como seis y luego varias ráfagas de un montón más. Por lo menos, unos 20 tiros se escucharon, yo creo. Claramente nadie se atrevió a salir a ver qué pasaba, solo se escucharon los tiros, los gritos de la gente y los motores de unas motos donde, dicen, venían los sicarios”, le dijo sobre la mañana de ayer a Q’HUBO el trabajador de un establecimiento de comida, ubicado en el barrio Ciudad Montes, a pocas casas de donde la noche de este martes Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), habría sido víctima de un atentado a mano armada en el que varios criminales a bordo de motocicletas, según denunció, pretendían acabar con su vida.
Rodríguez resultó ileso gracias a la oportuna respuesta de su esquema de seguridad, de acuerdo a lo que se dijo en su momento. También se afirmó que uno de los delincuentes murió en medio del enfrentamiento con un escolta del alto funcionario del Estado.
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El atentado al presidente de la UNP:
Todo pasó en menos de cinco minutos. Pasadas las 10 de la noche del martes Augusto Rodríguez iba llegando a su residencia, ubicada en inmediaciones de la Carrera 50 con Calle 19 sur, en jurisdicción del barrio Ciudad Montes (Puente Aranda), cuando ocurrió todo. Él iba en compañía de su hija y sus escoltas.
Según trascendió en su momento, cuando llegaron a la vivienda de Rodríguez, él decidió, cosa que nunca hacía, bajarse con su hija sin que los encargados de su seguridad hicieran la respectiva verificación. Padre e hija se bajaron de la camioneta que los transportaba, abrieron el portón de su casa y una vez se cerró comenzó todo.
La balacera sucedió entre 10:30 y 10: 35 de la noche. Una vez el funcionario ingresó al inmueble, cuatro sujetos a bordo de dos motos se acercaron pistola en mano a la entrada del predio y fue entonces cuando empezó el tiroteo. Los escoltas reaccionaron de inmediato y a los bandidos no les quedó otra opción que escapar en contravía por la misma ruta que llegaron. Otros dos implicados que se movilizaban en moto, y hacían las veces de campaneros, también lograron escapar.
A media cuadra del punto del ataque, Fabián Steven Duarte, uno de los atacantes (identificado así por las autoridades), fue abandonado por sus secuaces, luego de recibir tres disparos y murió en vía pública. El hombre (también de acuerdo con las autoridades) resultó ser un delincuente de talla internacional que estaba pedido en extradición por autoridades argentinas y tenía un expediente en la JEP.
Un escolta que recibió heridas leves en una de sus piernas permanece fuera de peligro.
¿Atentado o robo?
Sin embargo, y a pesar de lo que se ha dicho sobre este hecho y hasta el pronunciamiento del presidente Gustavo Petro, quedan dudas si se trató de un atentado o un intento de robo. Una fuente le contó anoche a Q’HUBO que, efectivamente, se trató de un intento de robo y no de un atentado como lo han querido hacer ver.
“La persona que murió allí, el presunto sicario, vivía en el mismo barrio Ciudad Montes y, como si fuera poco, no le encontraron ningún tipo de arma. Lo que iban era a robarse la camioneta, pues el señor (Augusto Rodríguez) ya estaba dentro de la casa cuando ocurrió todo. Si van a matar a alguien le ponen un carro por delante o algo así, y más con los escoltas que él se mueve”, comentó ayer la fuente.
De hecho, la misma persona que nos entregó la información aseguró que la persona muerta no tenía ningún tipo de antecedentes penales. ¿Qué fue lo que realmente pasó?
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