Con dolor y bastante afectada, una de las residentes en una de las cuadras del barrio Gustavo Restrepo (localidad de Rafael Uribe) aún ve la imagen de Dilmar Enrique Sánchez Ayala pasar frente a su casa y saludarla, con los buenos modales que siempre lo caracterizaron, “como si aún estuviera vivo”.
A la mujer, de la tercera edad, aún le cuesta asimilar que su vecino fue hallado sin vida en una de las habitaciones donde residía en la tarde de este viernes.
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Salida fatal
La vecina, le comentó a Q’HUBO que debido a que no se sabía nada del hombre durante todo el viernes, hacia las 3:00 p.m. de ese día, y tras no tener rastro de Sánchez Ayala, una de las personas que vive cerca a la casa, ubicada por la carrera 12L con calle 28A Sur, se encontró con el cuerpo sin vida del hombre tras ingresar a la vivienda.
De inmediato se avisó a miembros de la Policía, quienes tras acudir al punto y corroborar que el cuerpo no tenía signos vitales, alertaron a investigadores judiciales del hallazgo para que se dirigieran hasta el lugar y así realizar la inspección del occiso.
“Salieron de parranda y por allá conoció a la mujer”, le aseguró una de las moradoras del lugar a este medio.
La mujer complementó diciendo que “al hombre lo escopolaminaron”, sin embargo, Medicina Legal será quien determine si esto fue así o no, pues las autoridades confirmaron que el consumo de una sustancia habría sido la causal del fallecimiento del hombre, de quien las autoridades confirmaron que tenía 51 años.
De paso lo robaron
Como si esto no fuera suficiente, al encontrar el cuerpo, los miembros de la Policía destacaron que le hacían falta varias pertenencias, por lo que las palabras de la vecina sobre el uso de escopolamina no serían para nada descabelladas.
Además, de la mujer que ingresó con Sánchez Ayala, no se tiene idea de dónde pueda estar, y sumado a lo mencionado en el párrafo anterior, el uso de sustancias y un posible hurto serían varios de los ingredientes en este cóctel al que le falta una parte esencial para poder esclarecer la secuencia de los actos y confirmar las circunstancias reales.
“¡Por eso es que yo no creo en diablos ni en dioses ni en nada! Porque mire, a la gente buena le va mal y la gente mala… como si nada”, comentó afectada por la pérdida de su vecino una de las residentes de la cuadra, quien aseguró que “no era una persona con vicios sino que al contrario, era muy educada con todos los vecinos”.
Por el momento los vecinos solo esperan que las autoridades den con la mujer mientras los familiares de Sánchez Ayala lloran por su partida.
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