Jóvenes que estudiaron Medicina Integral Comunitaria en Venezuela podrían homologar sus estudios en Colombia, pero su formación académica es muy baja para las altas competencias de nuestro país..
En un comienzo, la idea de traer médicos venezolanos a Colombia parecía genuina y bien intencionada, pues se buscaba que un grupo de 1.200 jóvenes colombianos que se graduaron de Medicina en Venezuela pudieran homologar aquí sus estudios.
Sin embargo, se conoció que estas personas no son profesionales de la salud sino que estudiaron Medicina Integral Comunitaria (MIC), algo así como una carrera técnica que dista bastante de los conocimientos básicos que se adquieren en alguna universidad acreditada de nuestro país.
En Q’HUBO le pusimos la lupa a lo que representa la MIC, cuáles son las advertencias que se hacen desde el sector salud y cuál es la postura de algunos miembros del Congreso.
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¿Traerán médicos venezolanos?
La propuesta, encabezada por el senador Robert Daza del Pacto Histórico, es gestionar ante los ministerios de Educación y Salud la convalidación de los títulos de médicos MIC graduados en Venezuela entre el 2014 y 2016. El congresista indicó “la gestión que hago es solicitar una mesa técnica con la Cancillería, los ministerios de Educación y de Salud, el Colegio Médico, delegados de universidades y voceros de las asociaciones que los piden. Esa mesa tendrá la labor de analizar el plan de estudios, la información y las prácticas para resolver la validación”.
No obstante, el Colegio Médico Colombiano asegura que el tema es más complejo. La entidad argumenta que hay un “peligro” debido a que “la formación académica y teórica, práctica y técnica de los MIC es muy deficiente y precaria, dado que sus currículos, lamentablemente, no se comparan con las altas exigencias formativas que requiere un profesional de la Medicina”.
Esto ya que la formación que tendrían los MIC equivale tan solo al 40% de lo que requiere un médico en Colombia.
El sector salud se pronunció
La Academia Nacional de Medicina de nuestro país indicó que esta misma entidad en Venezuela se pronunció en 2016, anotando que “los Médicos Integrales Comunitarios no cuentan con competencias profesionales consideradas indispensables para el ejercicio profesional”.
Además, “que la formación médica en Colombia es de un nivel superior, de 6 – 7 años, incluyendo un año de internado, que se hace en centros de formación con permanente supervisión a los estudiantes por parte de profesores competentes y médicos vinculados a las universidades como docentes”.
¿Hay apoyo en el Congreso?
Uno de los que alertó esta situación y cuestionó a MinSalud fue el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, quien indicó que algunos “congresistas estarían buscando que los denominados médicos integrales comunitarios (MIC) de Venezuela puedan convalidar sus títulos y ejercer en nuestro país, a pesar de sus deficiencias formativas. ¿Qué responde el Ministerio de Salud?”, planteó Forero.
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¿Qué son los MIC?
Los MIC son personas que en Venezuela estudiaron la carrera de Medicina Integral Comunitaria en instituciones como la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Según información de la página de la UBV, es “una política del Estado en materia de formación de talento humano para la salud”.
Sin embargo, una fuente reservada de Venezuela le indicó a El Colombiano que “son médicos que gradúa el gobierno del vecino país en tiempo récord a través de la UBV”. Añadió que los MIC son “casi como una producción de médicos en masa” para que “cubran el déficit que hay de profesionales en la salud”.
¿Hay Mic en Colombia?
En Colombia actualmente existen 15 MIC que fueron convalidados durante el gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo, países como Perú han advertido del peligro de la mala preparación de estos médicos, pues existen allí varias denuncias de mala praxis.
No obstante, uno de los delegados de esa mesa técnica, cuyo nombre prefiere mantener bajo reserva, indicó que obtuvo una beca en el año 2011. Primero estudió un premédico, luego se formó durante seis años y dos más de residencia. Desmiente que su educación sea precaria, pues tuvieron que “trabajar en diferentes centros hospitalarios en todo el territorio venezolano”.
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