Le contamos la historia de Angie Orjuela, una atleta que nos representará en los Olímpicos 2024.
Angie Orjuela cumplirá, por tercera vez en su carrera, el sueño de participar en los Juegos Olímpicos. La bogotana de 34 años logró el cupo a las justas de París 2024 el pasado domingo, cuando logró un tiempo de 2 horas, 24 minutos y 35 segundos en la Maratón de Berlín (Alemania); bajó la marca mínima que necesitaba para avanzar, que es de 2 horas, 26 minutos y 50 segundos.
“Tenía algo súper claro: no quería regresar sin mi cupo a Olímpicos”, le dijo a Q’HUBO esta fondista, quien confesó que en Berlín se la jugó al todo o nada.
“Corrí en Sevilla (España) en febrero pasado, pero no me fue bien; me alejé de mi marca personal y tuve frustración, pero me propuse que iba a llegar mejor a la próxima cita. Mi esposo, Andrés Camargo, fue mi compañero de entrenamiento y me apoyó por completo”, reveló la corredora.
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Hizo moñona en Berlín
Con una preparación, en la que afrontó competencias de fogueo como la Media Maratón de Bogotá y la Carrera de la Mujer, Orjuela tenía como plan A ir por el cupo directo a París 2024; pero si no lo lograba, el plan B era clasificar por ranking mundial. Sin embargo, el destino premió su entrega y disciplina con un resultado memorable: aparte del boleto a las justas, rompió el récord nacional y Sudamericano.
“Fue emocionante lo que había conseguido y por debajo del tiempo propuesto. Empecé a llorar porque Dios y mi grupo de trabajo saben de estos años de entrega, de caídas, de levantadas. Cuando supe que tenía marca de Sudamérica, fue como la cereza del pastel, no me lo imaginé. Ahora tengo un poco más de deseo de representar al país mucho mejor”, dijo la capitalina.
El premio al esfuerzo
Orjuela nunca soñó con ser deportista. Es más, ser maratonista se dio por una prueba que le hicieron en el colegio José María Córdoba, cuando cursaba octavo grado.
“El docente Luis Antonio Rincón era mi profesor de educación física y en un test de Cooper me dijo que tenía las cualidades para ser deportista. Tras dos años de preparación pasé con el profe Humberto Ramírez, quien es mi entrenador”, narró Angie.
No obstante, abrirse paso en el deporte fue complicado para ella. Se sostenía con el dinero que ganaba en las carreras que afrontaba y con la ayuda de su familia, en especial de su padre, José, quien recorría las calles del barrio Juan Pablo II (Ciudad Bolívar), donde ella creció, para pedir apoyo.
“Él iba por las calles solicitando ayuda en los negocios para poderme llevar a un campeonato nacional. Él creía que había oportunidad en el deporte y su lucha no ha sido en vano”, agregó la corredora, quien ahora vive y entrena en el sector de El Tunal.
Pide más reconocimiento
Ahora que es una corredora consagrada, con medallas en Juegos Centroamericanos y Panamericanos, entre otras competencias, Orjuela tiene la tranquilidad de recibir el apoyo del equipo Porvenir y entidades públicas como el Idrd y Coldeportes.
No obstante, considera que “a los deportistas no se les da el respeto que merecen. En mi caso, me he sentido atacada, desvalorizada, pese a tener un buen rendimiento. Aunque he contado con el apoyo económico, he tenido estos apoyos gracias a una clasificación por resultados. Pero cuando he necesitado una concentración para un campeonato, un viaje o ayudas para prepararme casi siempre me dicen que no hay dinero. Ha sido frustrante, pero con esta clasificación espero que esto mejore”, concluyó Orjuela.
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¿A qué le apunta en los Olímpicos?
Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 son los Juegos Olímpicos en los que Angie Orjuela participó. Ahora viene para ella París 2024, donde tiene claro su objetivo:
“siempre he rondado sobre las 40 o 50 atletas en los Olímpicos, que no es malo, pero todos los deportistas soñamos estar mucho más al frente. Siento que con la marca (que hizo en Berlín) cambia todo. Porque puedo entrenar más fuerte para correr sobre ella o más rápido, eso me permite soñar con una ubicación mejor”, comentó la bogotana.
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