Santa Fe va de mal en peor en la Liga. El equipo capitalino pasó de lograr un invicto de cinco fechas a vivir una situación complicada, pues este miércoles, con la derrota por goleada 3-0 contra Tolima, como visitante, sumó su segunda caída consecutiva.
Cómo cambia la imagen de Santa Fe cuando pierde a sus mejores jugadores. Las ausencias de los delanteros Wilson Morelo y Wilfrido de la Rosa, del lateral Dairon Mosquera y, sobre todo, del capitán Leandro Castellanos (todos por lesión) han pesado, eso se refleja en el bajo rendimiento de sus reemplazos.
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El portero José Silva, por ejemplo, pese a lucirse con algunas atajadas salvadoras en el cierre del primer tiempo, cometió un error rechazando mal un balón, lo que provocó el primer tanto de los ‘Pijaos’. Después los espacios que dio Santa Fe por las bandas, sumado a la desconcentración de su defensa, le facilitó a los locales concretar los dos tantos de la goleada.
Otro aspecto preocupante de este Santa Fe es la poca claridad en ataque. Con Jhon Velásquez y Matías Mier, el equipo tuvo algunas aproximaciones, pero sin ser efectivo. Y aunque se esperaba que con Fernando Coniglio el equipo iba a meter miedo en ataque, no fue así; el argentino se vio perdido en la cancha. Por eso, un equipo que no se defiende bien y que en ataque es inoperante está condenado a la derrota.
Ahora Santa Fe deberá ponerse las pilas, ya que este sábado (4:05 p.m.) se medirá contra el Medellín, en El Campín.
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