Todos los días, a las 4:30 a.m., Anyela Malagón sale de su casa, ubicada en el barrio Villa María (Suba), con el objetivo de vender bolígrafos, limas, estuches y curas en el TransMilenio. Sabe que esta es la manera de sostener a su hijo, Samuel (quien es asmático y padece de epilepsia), y de apoyar el sueño de ser futbolista de Sofía, su hija.
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La menor de 13 años es toda una inspiración para esta madre soltera, pues desde muy niña le mostró que tenía pasión por el deporte.
“Nunca le gustaron las muñecas, le encantaban los balones y los uniformes deportivos”, le contó Anyela a Q’HUBO.
Eso sí, enfrentar obstáculos es el pan de cada día de estas bogotanas. Comenzando por los prejuicios y los problemas económicos, que por momentos las afectaron.
“Una vez Sofía le dijo al papá que quería ser futbolista y él le respondió que él tenía una niña, no un niño y no quería que fuera una lesbiana. Nos dolió tanto escuchar eso, pero igual le dije a ella que la iba apoyar y que se iba a convertir en la mejor futbolista y lo vamos a hacer como sea. Y acá estamos…”, agregó la mamá.
Las oportunidades
Ese “como sea”, que no es más que el esfuerzo de estas mujeres por cumplir sus anhelos, hizo que el destino les sonriera. Tocando puertas, Sofía y su madre conocieron la escuela PyP Tilco, la cual apoya el talento de niños y jóvenes de escasos recursos en el fútbol; y de la mano del entrenador, Julio Varela, las oportunidades llegaron.
“La mayoría de los niños que están con nosotros están becados, pues son de estratos 1 y 2. Le vimos a Sofía ciertas habilidades; sobresalía incluso jugando con niños. Tenía una motricidad mayor a ellos, era rápida, fuerte; es muy alegre y tiene ganas de aprender. Ahí nos dimos cuenta que es una jugadora que se puede potenciar”, le reveló Varela a Q’HUBO.
Bajo un duro entrenamiento personalizado, que duró 8 meses, Sofía fue despegando y luciéndose en torneos infantiles. Hasta que el año pasado Future Soccer, uno de los clubes femeninos más importantes de la capital, la sumó a su equipo, en condición de préstamo, para jugar el Torneo Baby Fútbol.
“Sofía ganó el torneo en Bogotá, y en enero pasado jugó el torneo nacional en Medellín. Los equipos empezaron a verla y algunos la querían tener, pero la madre de ella confió en nosotros para seguir su proceso”, explicó Julio.
Cerca del objetivo
La persistencia de Sofía, con el apoyo de su madre, han dado frutos. A inicio de este mes se presentó a la convocatoria para pertenecer a la Selección Bogotá Femenina de Fútbol y tras un riguroso filtro fue elegida entre las 25 mejores. Su sueño es algún día vestir la camiseta de su amado Millonarios.
Anyela siente orgullo por lo que ha logrado su hija. No se arrepiente de habérsela jugado por apoyarla.
“Todo lo que he tenido que luchar por ella, de cohibirme de muchas cosas solo por verla feliz, valió la pena. Y eso no se compra, eso se vive. Me siento muy orgullosa. A los padres les digo que no dejen de apoyar a sus hijos”, concluyó Anyela.
Sobre Pyo Tilco
El equipo que apostó por el talento de Sofía fue fundado hace 6 años en la localidad de Suba.
Tiene como finalidad apoyar y potenciar las habilidades de niños y jóvenes de escasos recursos de este sector. Sin embargo, su objetivo es preparar a los jugadores para que se encaminen hacia el profesionalismo. Ha disputado torneos como el Maracaná y el Baby Fútbol.
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