Hace dos semanas, a Jonathan Cárdenas Romero intentaron asesinarlo pero no lo lograron. Y, como si se tratara de un milagro, a pesar de que fue herido a bala, salió sano y salvo de un centro asistencial a continuar con su vida. Con lo que no contaba era con que sus verdugos no iban a descansar hasta silenciarlo.
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La noche de este martes, mientras Jonathan se encontraba en una barbería del barrio San Jorge (en Rafael Uribe), un sicario ingresó y le quitó la vida de un disparo en el pecho. El joven de tan solo 22 años, tras recibir el tiro, se desplomó en las baldosas del establecimiento, delante de los trabajadores y otro cliente que estaban en el lugar.
El homicida salió corriendo del lugar tras asesinarlo, y se subió a la parte de atrás de la motocicleta que lo estaba esperando a pocos metros y huyó por las empinadas calles de los cerros surorientales de la capital.
“Estábamos viendo el noticiero cuando se escucharon unos tiros, nos asomamos y lo único que vimos fue que un tipo salía corriendo de la barbería y se subía a una moto que lo estaba esperando. Afuera quedó un carro gris que no sabemos si era del homicida o de la víctima, pero la policía lo revisó”, le dijo ayer a Q’HUBO un residente de la zona.
Hasta el cierre de esta edición, el homicida no había sido aprehendido y las autoridades ya tenían la placa de la motocicleta en la que se fugó el verdugo con su cómplice.
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Sicario llegó al local para asesinarlo
A las 7 de la noche de este martes, Jonathan llegó a bordo de su automóvil a la barbería ubicada en la calle 43 Sur con carrera 13 F, ingresó y le dijo a los que atendían que quería un corte. Se sentó en una de las sillas y le pusieron la capa.
A los cinco minutos de esta escena, un sicario se bajó de una moto, caminó hasta el local sin llamar la atención de nadie, sacó un revólver y le disparó a la víctima sin mediar palabra para asesinarlo en el establecimiento público.
Justo cuando sonó la primera detonación, los testigos se agacharon y asustados le pidieron al Todopoderoso que los salvara de una bala perdida, y no levantaron la mirada hasta que no escucharon las zancadas del asesino salir del establecimiento.
“Solo se escucharon dos disparos seguidos, luego el sonido de una moto arrancar a toda velocidad. Cuando salimos a ver lo que estaba pasando, el muchacho estaba muerto en el piso, había mucha sangre a su alrededor. Dijeron los mismos muchachos que el hombre no era cliente frecuente, que esa era la segunda vez que visitaba la barbería”, añadió un habitante de la zona.
Q’HUBO pudo conocer de manera oficial por parte de las autoridades que el atentado de hace dos semanas a Cárdenas Romero se había presentado en la misma localidad en la que perdió la vida, en Rafael Uribe.
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Hasta el momento se desconoce si la víctima tenía alguna deuda o quién puede estar detrás de su muerte y por qué, a toda costa, querían silenciarle la vida al muchacho de tan solo 22 años.
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