Luz Marina Ayala fue víctima de un ataque sicarial, según las autoridades la mujer era una trabajadora sexual del sector.
Habían pasado unos cuantos minutos desde que el reloj marcó la 1 de la tarde de este jueves festivo, cuando una mujer de 52 años fue víctima de un atentado sicarial por parte de dos sujetos que le dispararon en vía pública y lograron escapar. A pesar de que el ataque sucedió a escasos metros de un centro de salud, la gravedad de las heridas no permitieron que alcanzara a ser atendida y falleció al poco tiempo de ser ingresada.
Los hechos…
En la víspera del ataque la víctima, identificada como Luz Marina Ayala (de 52 años), quien de acuerdo con las autoridades era trabajadora sexual del sector, se encontraba en inmediaciones de la Calle 38 Sur con Carrera 83C esperando a su pareja sentimental.
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Cuando estaban a punto de encontrarse, dos hombres a bordo de una bicicleta entraron en la escena y abordaron a la mujer, que aguardaba en una esquina. Uno de los sujetos se bajó de la bici, sacó un arma de fuego y disparó dos veces. La víctima recibió los impactos en una de sus piernas.
Su pareja, que estaba llegando, alcanzó a atestiguar los hechos y acudió de inmediato para ayudar a la víctima. Como ya se dijo, todo sucedió a menos de una cuadra del Cami y la mujer alcanzó a ser trasladada. De acuerdo con las autoridades, las heridas, a la altura de la arteria femoral, le causaron daños severos que la llevaron a la muerte en cuestión de minutos.
“Los que dispararon se fueron tranquilitos, como sin nada. Ni siquiera aceleraron. Incluso, podrían haberlos cogido facilito. Eso sí, por acá hay un montón de cámaras de seguridad que seguramente grabaron algo para que los puedan agarrar”, le dijo a Q’HUBO en la mañana de ayer un testigo presencial de los hechos, que vio el desarrollo del crimen desde un establecimiento comercial.
Antecedentes de amenazas
La mujer, al parecer, había recibido amenazas por parte de bandas criminales del sector por temas relacionados con su aparente actividad como trabajadora sexual. Ya son varias las denuncias que las autoridades han recibido a propósito de bandas que exigen dinero a mujeres a cambio de dejarlas continuar libremente las actividades relacionadas con su trabajo.
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