Deambular de madrugada era uno de los pasatiempos que, últimamente, tenía Luis David Bohórquez, un muchacho de 26 años de edad, quien la última semana fue visto por varios vecinos del barrio El Millán caminando sin rumbo fijo después de la medianoche.

Nadie conocía los motivos de esos extraños paseos y tampoco nadie se animó a preguntarle; hasta que la madrugada de este domingo, una ráfaga de balas cayeron sobre la humanidad de este joven cuando caminaba por la única cuadra sin salida de este barrio de Ciudad Bolívar.
Se trata de una cuadra destapada, quizá la única de este tipo en la zona, que acaba con una montaña de pasto y varias casas humildes a su alrededor.

La mayoría de los habitantes atestiguaron que la Policía del CAI San Francisco hizo todo lo posible por salvarle la vida a este muchacho; sin embargo, las posibilidades disminuían con cada segundo que pasaba dentro de la patrulla, pues a Bohórquez no sólo le dispararon, también lo hirieron de puñal en varias oportunidades. Entrada la medianoche falleció en el Hospital de Meissen.

Muerte en el callejón

Fue sobre las 11:40 de la noche que avisaron a las unidades de la Policía que un cuerpo reposaba en el callejón destapado, al lado de un parqueadero de la Diagonal 65C sur con Carrera 19A. A pesar del enorme lago hemático, Bohórquez todavía tenía signos vitales y por ello fue trasladado al Meissen. Pero cuando murió, las autoridades volvieron a la cuadra sin salida a indagar lo que había sucedido antes de la primera alerta.

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Los vecinos no querían hablar, ya que saben que en este sector funcionan varias ollas de vicio y cualquier ‘bocón’ puede llevar del bulto. Durante las indagaciones salió a la luz que, al parecer, Bohórquez había estado los últimos cinco días dando paseos nocturnos por esa misma calle donde fue hallado moribundo.

Las autoridades determinaron que en este mismo barrio habría presencia de grupos de delincuencia común, específicamente ‘Los del Negro Álex’, una temida banda que ya ha estado en la mira de las autoridades. De hecho, la semana pasada los uniformados lograron la captura de un ‘duro’ de esta bandola, repleta de bazuco y armas de fuego.

Y aunque no es claro si Bohórquez quedó enredado en las garras delincuenciales de las ollas de la zona, los signos de violencia que presentaba apuntarían a que su crimen no solo fue premeditado, sino producto de una cruel venganza.

Sobre este joven se sabe que tenía anhelos de sacar adelante a su pequeño hijo. De hecho, todos sus comentarios en redes sociales iban dirigidos a cumplir este sueño: “Hijo, tú eres mi alegría. Voy a trabajar duro para que el día de mañana seas alguien en la vida”.

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