La señorita Leidy, una joven camarera de 20 años, se encontraba la tarde de este miércoles en la panadería donde había laborado ya varios meses, revisando los panes que habían salido hace poco. El sol amenazaba con ocultarse en el barrio Casandra (Fontibón) cuando un sujeto de chaqueta con capucha naranja, de 32 años, se metió al local, cogió a la mesera como escudo esperando a alguien que lo venía persiguiendo para matarlo.
Daban las 4:50 de la tarde. El tipo de chaqueta naranja sacudió más fuerte a la joven de la panadería cuando otro encapuchado, pero con un saco gris, entró alzando una pistola buscando la piel del moreno que tenía como escudo a la camarera. Ella intentó soltarse, pero el extraño se aferraba a ella como a la vida misma.
Al pistolero se le acabó la paciencia y abrió fuego, impactando en varias ocasiones a su objetivo, mientras que a la dama una bala le caló en el brazo, hiriéndola levemente. El sicario se voló de la escena mientras su víctima se escurría dentro de la panadería, brotando sangre y agarrándose de los estantes de pan, hasta que finalmente cayó muerto dentro del sitio.
Asesinado entre pan…
La panadería Mikate, localizada en la esquina de la Calle 16A con Carrera 135, fue el escenario de este alevoso crimen. Al parecer todo se trataría de un ajuste de cuentas entre bandas de la zona. Así mismo lo reconocieron los vecinos de los alrededores y los mismos trabajadores de la panadería.
“A ese pelado lo veíamos a diario por aquí. Era un poquito cansón eso sí, sin embargo, no le veía uno muchos problemas, salvo que entre la comunidad se sabía que el tipo vendía sus pecados por allí y allá. Esa tarde menos mal no le pasó nada a la chica, ella ya salió del hospital para su recuperación”, narró ayer a Q’HUBO una residente de la zona.
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Todo el acto sicarial quedó registrado en las cámaras de seguridad de la panadería. En ellas se logra observar que todo ocurrió en un lapso menor a un minuto. El asesino huyó ‘infraganti’ de la escena generando temor entre los vecinos que merodeaban por los alrededores. Este bandido asesino sigue siendo buscado por las autoridades.
El joven de la capucha naranja y asesinado respondía al nombre de Andrey Alexánder Hernández Mijares. Era de nacionalidad venezolana y según dicen en el barrio le decían ‘Sparrow’. Su cuerpo fue levantado por unidades de la Sijín y se espera que lleguen al fondo de esta disputa a muerte que se libró en una humilde e inocente panadería.
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