En el barrio Santa Cecilia, entre las montañas de Usaquén, el silencio y el temor se respiran en el ambiente tras el terrible homicidio de uno de sus habitantes más queridos. Al llegar a este lugar con un extraño aire de tranquilidad, los vecinos de la víctima susurraban sobre el dolor que sentían con el miserable crimen.
“Era como si fuera mi hijo, era de Sogamoso, el domingo yo le pregunté que si había tomado tinto y me fui en carrera a prepararle uno. Se lo di y luego arrancó en su moto y se fue. Al otro día me di cuenta que no estaba en la casa y que la puerta estaba abierta, pensé que había pasado algo y llegó una chica llorando y dijo que habían matado a Rafa”, expresó ayer en medio de su tristeza una vecina de este lugar.
Muerte en Usaquén…
Rafael Antonio Merchán Gaitán, de 47 años, trabajador de una droguería, fue vilmente apuñalado a eso de las 11:40 de la noche del domingo, pero poco se sabe de este crimen, pues los residentes del lugar enmudecieron por el temor que sienten al saber que el responsable de haber segado la vida de Rafael permanece en libertad, paseándose por las calles de este barrio como si nada hubiese pasado.
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“Él no se metía con nadie, era muy servicial con la comunidad, pero un man de acá le tenía una pelea cazada desde hace rato. Nosotros creemos que el responsable de la muerte de Rafa es él”, contó ayer la comunidad.
Según algunas versiones recolectadas por Q’HUBO, minutos antes de haber sido apuñalado, Rafael sostuvo un fuerte altercado con unos hombres a los que la comunidad reconoce como, “los busca pleitos del sector”.
“A él lo encontraron malherido, era un muchacho sano y trabajador. Nosotros creemos que fueron los mismo con los que se había peleado antes, eso fueron a buscarlo para matarlo”, enfatizaron varios residentes.
Aunque algunos aseguran que a él lo sacaron de su casa, hay otros que dicen que todo se dio en la cuadra a pocos metros de su casa en la Carrera 5 Este con Calle 162C. Cuando las autoridades fueron alertadas de la situación, acudieron al lugar y recorriendo esta calle sin pavimentar, hasta la zona boscosa, se encontraron con Rafael con múltiples lesiones en su cuerpo de arma cortopounzante, además de presentar signos de tortura.
Mientras Rafael batallaba por mantenerse con vida, los uniformados ayudaron a trasladarlo hasta el Hospital Simón Bolívar. “A él lo ingresaron a UCI porque tenía varias lesiones, tenía golpes en la cara y varias heridas con arma cortopunzante”, contó un agente ayer a Q’HUBO.
Pese a que el personal de salud hizo todo lo humanamente posible para poder salvar la vida del hombre, finalmente cuando las manecillas del reloj marcaban las 2:30 de la madrugada del lunes su corazón dejó de latir y partió de este mundo.
En investigación…
Las autoridades indicaron que el caso se encuentra en investigación, pero esperan poder conseguir la mayor cantidad de evidencia y de testimonios posibles para capturar a las manos criminales que perpetraron este infame homicidio, que enluta no solamente a la familia de Rafael, si no también a toda una comunidad.
“Ojalá se haga justicia, Rafa vivía aquí desde hace muchos años. Había comprado esa casita y la estaba arreglando él mismo”, expresó con gran tristeza una mujer mientras veía la casa donde residía la víctima y evocaba los recuerdos de los momentos que compartió con él.
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