Cuatro niños de tres, seis, ocho y 11 años, fueron hallados sin vida al interior de una vivienda con signos de asfixia, golpes y hasta heridas con arma cortopunzante, el responsable: su propio padre.

Los menores se encontraban de visita en la vivienda de su padre, pues este se había separado ya de la madre de las víctimas debido a que tenían problemas de convivencia y ella había tomado la decisión de dejarlo.

Según denunció la abuela de los niños, este sujeto lo que hizo fue quitarles la vida a los pequeños para vengarse de su expareja, ya que ella no quiso volver con él.

‘Ya había atacado a mi hija. Su relación había terminado para siempre, pero lo hizo para llegar a mi hija, estoy seguro, de la peor manera posible. Es un cobarde”, aseguró la mujer a los medios brasileños.

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Tres de los niños fueron hallados con heridas de arma blanca, mientras que el más pequeño fue ultimado por asfixia mecánica, según informaron los forenses que realizaron el levantamiento de los cuerpos.

El doloroso hecho, ocurrido en Porto Alegre (Brasil), tiene conmocionados a los ciudadanos, pues el sujeto, identificado como David da Silva Lemos, confesó la aberrante masacre luego de que las autoridades lo capturaran cuando intentaba huir.

El duro relato de este hombre ante las autoridades ha causado indignación y dolor, pues confesó haber drogado a sus pequeños: les preparó té y allí les puso la sustancia para dormirlos y así poder arrebatarles la vida.

“Intentaremos analizar el celular que le aseguraron para ver si tenía alguna circunstancia con referencia al crimen, las amenazas que hacía contra la madre de los niños, para levantar más pruebas de su participación en el crimen”, informó el investigador del hecho.

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