¿Quién no conoce a alguien con algún cuadro de un niño llorón? Pues mucho cuidado porque estas obras de arte del pintor italiano Giovanni Bragolin esconden una historia oscura y hasta afirman que les han acarreado desgracias a quienes son portadores de ellas.
Empezando por la historia de sus protagonistas, quienes fueron retratados por Bruno Amadio (su nombre de pila) mientras estuvo enlistado en el Ejército disputando la Segunda Guerra Mundial.
El rostro de sufrimiento de los niños lo inspiraron para hacer sus famosas pinturas.
No obstante, se dice que estas no fueron tan exitosas, lo que llevó al artista a hacer un pacto con el diablo para ser una celebridad a nivel mundial, lo que evidentemente ocurrió. Pero las maldiciones comenzaron a recaer sobre los dueños de dichos cuadros.
Llamas por doquier
En 1985 comenzaron a presentarse incendios ligados a estos cuadros en Reino Unido, pero lo extraño es que las llamas consumían todo a su paso y dejaban intactas a estas pinturas.
El extraño fenómeno comenzó a ser publicado en varios periódicos británicos y ligaron los cuadros con varias maldiciones, al punto que el periódico The Sun organizó una quema masiva de los cuadros de los niños llorones donados por sus lectores.
Pero además de incendios, se dice que una persona reportó que detrás de uno de estos cuadros comenzaron a aparecer gusanos blancos de forma inexplicable, otras familias afirmaron que por culpa de ese cuadro les llegó la mala suerte a su casa, y así las desgracias comenzaron a registrarse a nivel mundial.
También se dice que de noche los dueños de estas obras de arte escuchaban a niños llorar.
Lo más aterrador de todo, según expertos en temas paranormales, es que estos cuadros tienen una energía muy oscura y es probable que esos niños hayan sido víctimas del propio Bragolin.
¿Quién era giovanni bragolin?
Bruno Amadio nació en Venecia (Italia) el 15 de enero de 1911. Estudió Artes Plásticas y era un fiel seguidor de Benito Mussolini, lo que lo llevó a enlistarse en el Ejército fascista y ser testigo de distintos horrores.
Una vez terminó la Segunda Guerra Mundial, se instaló en Sevilla (España) y luego en Madrid. Allí comenzó a pintar a los niños llorones bajo el seudónimo de Giovanni Bragolin. Murió el 22 de septiembre de 1981 en Padua (Italia).
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
