Cambiar el color del pelo no es algo que se debe hacer a la ligera. Lo mejor es seguir unas leyes establecidas por los expertos para que el cambio que se elija sea un verdadero acierto.
Y es que hay una gran diferencia en el color que te gusta y en el que te favorece, por eso cuando se decide hacer esta variación se debe tener en cuenta la personalidad, el momento que se está viviendo y algunos rasgos físicos, principalmente, el color de los ojos y el tono de la piel.
Lo anterior no quiere decir que se deba renunciar a un cambio radical, se puede hacer, pero siguiendo una regla que es bastante sencilla, según los fabricantes de tinte para el pelo: los colores cálidos van con tonos de piel cálidos y los colores fríos van con tonos de piel fríos.
Por eso, hoy en Q’HUBO les daremos algunas recomendaciones para que quienes quieran cambiar el color del pelo elijan la mejor opción.
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Identifica el tono de piel
Para identificar el tipo de piel se puede buscar la ayuda de un espejo. Si la piel bajo los ojos es como azulada o de color morado, le van a quedar muy bien lo tonos fríos, pero si es como amarillenta o tirando a verde, los tonos que le van a lucir son los cálidos.
Otra forma sencilla de averiguar el tono de piel es mirando el interior de las muñecas (base de la mano). Si las venas se ven azules, el tono de piel es frío, pero si se ven verdes, el tono de piel es cálido. Sin embargo, si las venas se ven de los dos colores, quiere decir que el tono de piel es neutro.
A la hora de elegir el color del pelo también hay que fijarse en la cejas. Los expertos en belleza afirman que si se opta por un tono claro teniendo las cejas oscuras, estas podrían destacar bastante y el resultado no gustaría tanto. Recuerden que no es recomendable tinturar las cejas porque esos productos pueden ser dañinos y hacerlas caer.
Entonces, ¿Cuál color elegir?
Tonos fríos: para este tipo de piel van muy bien los colores rubio, champaña, cenizo y platinado. Aunque no solo tienen que ceñirse a esas tonalidades, pues toda regla tiene su excepción. En este caso, a las pieles claras también le quedan bien los colores moka o chocolate.
Tonos cálidos: los colores que le quedan mejor a este tipo de piel son aquellos tintes que en el empaque tengan las palabras bronce, dorado o cobrizo.
Pieles bronceadas o morenas: a estos tonos de piel, según algunos estilistas, les quedan muy bien los colores avellana, caramelo, miel, ámbar o moka.
Los expertos también recomiendan que las mujeres con pieles morenas renuncien al rubio porque este color les hace perder naturalidad. Lo recomendable es usar colores oscuros, como marrones o negros, que pueden ser iluminados al hacerles degradados con color avellana, por ejemplo.
Y si se quieren colores atrevidos
Aquellas mujeres más arriesgadas y con mucha personalidad pueden optar por los llamados colores fantasía:
A los tonos de piel cálidos o claros les va muy bien los colores pastel, como los rosados, los azules, los turquesas o los violetas.
Pero a aquellas mujeres más bronceadas les sienta bien los tintes en tono salmón, azules o morados.
Mientras que los colores que mejor combinan con las pieles morenas son el morado y el rojo.
Y un buen consejo para las mujeres menos arriesgadas es que en su caso elijan tonos naturales.
Y ojo, aunque es cierto que el rubio ‘rejuvenece’ no es bueno que después de los 50 todas se decidan por ese color porque no aplica para todos los tipos de piel. Un tono caramelo sobre una base oscura también puede dar un efecto de luz.
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