Karen* tiene tan solo 40 años, dos hijos y una profesión exitosa.
Hace pocos meses comenzó a sentir un ‘malestar’ en la garganta, que trató con una serie de analgésicos porque creyó que eran las amígdalas; pero la realidad la golpeó cuando fue al médico y después de un análisis especializado hallaron que sus síntomas iban más allá.
¡Era un cáncer de tiroides!
De manera lamentable, Karen tiene una herencia en su cadena genética, porque el cáncer de tiroides medular que padece surge en cada generación entre un 20 o 25 por ciento.
Existen otros como los linfomas de tiroides, sarcomas y otros tumores que son poco comunes y no tan agresivos. Aunque el tratamiento incluye cirugía, terapia con yodo radiactivo, así como radioterapia, lo mejor es la prevención.
*Karen, nombre ficticio.
A veces es solo bocio
Los cambios en el tamaño y la forma se pueden palpar o incluso ver por los pacientes o sus médicos. Una glándula anormal, grande, a veces se llama bocio.
Algunos son difusos, porque toda la glándula está agrandada. Otros son nodulares, lo que significa que la glándula está agrandada y tiene uno o más nódulos (protuberancias)
Ocurre en cualquier edad
Las personas pueden presentar nódulos tiroideos a cualquier edad, pero estos se presentan con más frecuencia en adultos de mayor edad. Menos de uno de 10 adultos presenta nódulos tiroideos.
A muchas más personas se les encuentran nódulos que son muy pequeños como para ser palpados, y la mayoría de estos son benignos (no cáncer).
Glándula tiroidea
La tiroides es una glándula en forma de mariposa ubicada en el cuello, justo arriba de la clavícula. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas.
Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo.
Para tener en cuenta
En el estadio IVC, el tumor es de cualquier tamaño y el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo, como los pulmones o el hígado. En esta fase es posible que el cáncer se disemine a los ganglios linfáticos.
