El actor Rodrigo Candamil nos contó sobre su experiencia interpretando al personaje de ‘Gustavo’ en la novela ‘Tía Álison’
Hace pocos días culminaron las grabaciones de ‘Tía Álison’, y Rodrigo Candamil no tuvo problema alguno en darle fin a Gustavo, su personaje en la nueva serie estrenó el pasado miércoles RCN.
A diferencia de muchos de sus colegas, Candamil no tiene problema alguno en desprenderse de un personaje, en el cual trabajó durante más de tres meses y medio de grabaciones en distintas partes de Bogotá.
Hablamos con él de la experiencia al interpretar a Gustavo, el coprotagonista de esta nueva serie llena de humor, un personaje muy familiar y lleno de carisma.
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¿Quién es Gustavo?
Mi personaje es un gran hombre con un gran corazón que tiene como propósito en la vida encontrarles un hogar, en lo posible, a todos los niños que se encuentran indefensos en su país.
¿Cómo fue su trabajo en ‘Tía Álison’?
Nos hemos ido acercando lentamente al tono que queríamos en la serie, que es entre el drama y la comedia, contando con la pericia de una gran actriz y comediante, como Juliette Pardau, quien es la protagonista. Esperamos que ella sea quien encienda el motor de esta historia tan sólida y pueda impactar a los televidentes.
¿Cómo fue la construcción de su personaje?
Primero empecé a trabajar sobre ese lado contrario que podría tener Gustavo, quien es un tipo muy ligado a las reglas, cuadriculado, pero también sobre sus aspiraciones, logrando construirlo desde su álter ego. Pensé que podía ser un tipo que se la pasara por el mundo escalando montañas, pero que deja todo eso porque su propósito es darle un hogar a la mayor cantidad de niños de su país.
¿Cuáles son los ingredientes que hacen de esta serie algo especial?
Es una historia que cuenta con una protagonista que va a cambiar esquemas, que pondrá a la mujer en otra órbita, que se podrá ver a la mamá desde otro ángulo en sus funciones.
A través de mi personaje se reflexiona sobre el rol de los hombres en una sociedad donde ellos suelen descontar su responsabilidad como cuidadores y criadores. Creo que es una mezcla que cautivará a la teleaudiencia colombiana e hispana.
Tiene unos elementos con los cuales la gente puede sentirse identificada, en especial nosotros como colombianos, donde muchos tienen el sueño americano, pero en realidad, lo que necesitamos son mejores oportunidades en nuestro territorio para no tener que abandonar nuestras casas.
Una historia sobre el valor de la familia…
Es un testimonio de la ausencia de los padres, de la figura masculina, que es tan detestable en nuestra sociedad, donde los hombres no se toman en serio el compromiso para la crianza de sus hijos. Una de las principales preguntas que me hacía al crear mi personaje era cómo un hombre se puede dedicar, de manera tan legítima, a una causa como esta, por lo que fue vital crear una historia, un pasado para poder sustentar este presente.
Gustavo hace parte de un organismo social de protección a la infancia, ¿se acercó a este tipo de instituciones?
Intenté hacerlo, pero en últimas me encontré que todo era bastante burocrático, un sinfín de papeleo, por lo que me enfoqué en dos cualidades del personaje con el propósito de generar empatía con el público, que era tratar de siempre sonreír, con una energía mucho más ligera, menos densa que la mía, y tratar surfear mucho en la superficie para lograr ese acercamiento con el público. Gustavo tiene una relación trascendental con su abuela, porque es el único familiar que le queda, y es la razón por la cual Gustavo tiene ese sentido de orfandad y familiaridad.
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Las grabaciones culminaron hace algunos días, ¿le costó desprenderse de Gustavo?
Yo no creo en eso. Creo que es un poco mecanismo de algunos actores, pero en la mayoría, es más farandulera que otra cosa.
Redacción: Sergio Villamizar – Colprensa
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