Desde hace dos semanas el cierre de un comedor comunitario ha afectado a más de 20.000 personas en el barrio La Sierra, en la localidad de San Cristóbal.
El comedor comunitario La Gloria, ubicado en la parte alta del suroriente de la ciudad, ha dejado a varias familias sin un buen plato de comida que les permitía atenuar la difícil condición de pobreza.
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Es el caso de Lucero Rodríguez y sus dos hijos, una niña de 14 años y un niño de 9, quienes ahora por la difícil situación están comiendo arroz con huevo todos los días. Y es que por el cierre de este comedor, ahora la mujer vive de la ayuda de familiares y unos ahorros que alcanzó a hacer desde que conoció que el contrato del comedor terminaba y no iban a tener el servicio gratuito.
En ese comedor, según los usuarios, cerca de 300 personas, la mayoría niños y adultos mayores, viven cada día la incertidumbre de si tendrán al menos una comida y anhelan que se vuelva a abrir sus puertas.
Los más afectados, aseguran varias personas que asistían allí por este cierre, son los “abuelitos”, a quienes personal del comedor les llevan la comida hasta sus viviendas porque no pueden caminar varias cuadras y luego subir por las empinadas calles del barrio.
“Simplemente, nos dijeron que lo cerraban y que teníamos que estar pendientes, pero nada más”, agrega Lucero, quien cuenta que les habían informado que una vez terminará el contrato del comedor les iban a dar un mercado, pero dos semanas después no lo ha recibido.
Al parecer no es solo esté comedor el que cerró, sino que otros más en diferentes localidades de la ciudad, están dejando de prestar este servicio a las familias de escasos recursos.
La Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS) hay 62 comedores, cada uno con capacidad para entregar 400 raciones al día (para un total de 24.800), y lo sorprendente es quetodos comenzaron a cerrar de manera paulatina sus puertas para la atención al público desde el 11 de mayo pasado y, al cierre de la edición, había 61 fuera de servicio.
Esta entidad aseguró al medio El Tiempo que: “no ha estado cerrando el servicio” y que “la operación en algunos de ellos se ha suspendido mientras se surte el proceso de contratación”, el cual se espera que concluya en agosto. Ayer, según conoció este diario, la secretaría abrió la licitación.
Por su parte, estas familias piden que de manera inmediata se vuelvan abrir las puertas de estos comedores comunitarios, ya que ellos no cuentan con los recursos suficientes para alimentar a sus parientes y que de no ser así esperan alguna ayuda de parte del estado.
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