Existen dos alternativas para mejorar su calidad de vida: una de ellas es evitar la rutina; y la otra es hacer de cada día una experiencia maravillosa, más allá de las adversidades que afronte. No he inventado nada al escribir el anterior párrafo, pues las dos estrategias hacen parte del denominado ‘sentido común’. Sin embargo, por alguna razón usted no ha aprendido a ser ‘práctico’.
Es que suele amilanarse ante el más mínimo tropiezo
Ha de saber que tendrá unos días cargados de alegrías y otros llegarán contagiados de tristeza; y afrontará vientos fríos que podrían sacudir su estado de ánimo, pero también tendrá otros cálidos que lo abrigarán y serán como un bálsamo.
Sin embargo, como el camino que le corresponde seguir está marcado por el horizonte, es usted quien debe enfrentar cualquier situación, analizar las alternativas y, sobre todo, tomar sus propias decisiones.
En algunas ocasiones deberá confiar en su experiencia y en sus capacidades, pues ellas lo llevarán por el camino de la realización personal y del éxito: mientras que en otros momentos se verá obligado a arriesgar un poco, porque en este mundo nada es seguro.
La fuerza espiritual…
En todo esto no puede dejar de atender su vida espiritual. Si se aferra a su fe, si mantiene sus principios y defiende sus valores y principios tendrá una satisfacción que apalancará todas sus metas.
No deje a un lado las posibilidades constantes de renovarse a corto y a mediano plazo; algunos en lo laboral, otros en lo personal.
También debe tener presente que es probable que algunas iniciativas, que al principio le pudieron parecer novedosas, podrían quedar tendidas en el camino ya sea porque no le convenían o porque, de manera literal, encontrará en el trayecto mejores opciones.
Sea lo que sea, usted saldrá beneficiado y fortalecido de cualquier reto.
¿A qué viene todo esto?
A que debe aprovechar las circunstancias, pero actuando con serenidad y tranquilidad. Entre mejor sea su actitud, será más fácil su desarrollo; además podrá aprovechar las fuerzas internas de las cuales dispone.
El manejo del tema económico también será clave. Es un hecho que tendrá necesidades por cubrir, pagos por realizar o compromisos financieros por cumplir.
Procure solucionarlos antes que quedarse preocupado por las afugias presupuestales. Tampoco se afane demasiado por el dinero, aunque ‘no crea que la plata le lloverá del cielo’. Ábrale la opción a la prosperidad. ¡Tranquilo! Es posible que afronte sucesos generadores de estrés.
Nadie se libra de ellos. No obstante, debe estar debidamente preparado para borrarlos.
Evite apresuramientos o excesos: mejor dicho, relájese.
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