Sentir vergüenza es una de las cosas que nos puede acompañar durante toda nuestra existencia. Esa extraña sensación de querernos esconder o simplemente volvernos un ser tan pequeñito, para que no nos puedan ver, es una de las cosas que todos los seres humanos hemos tenido que vivir.

Sentir vergüenza por algo que hacemos, por algo que se considera incorrecto o lo más cotidiano, una caída en público, puede generar múltiples reacciones capaces de hacernos dudar sobre nuestra seguridad y confianza personal.

Muchas personas reaccionan de manera totalmente diferente al caer en una situación de vergüenza. Por lo general, nos avergonzamos al instante en que notamos que no hay vuelta atrás y que ese “daño” irreparable hacia nuestra imagen, ya está hecho.

El siguiente paso es la rabia o el mal genio. La reacción puede manifestarse bajo formas muy diferentes. Por dar algún ejemplo, existen personas que se enojan consigo mismas, o si la situación vergonzosa se ocasionó por un tercero, juran una eterna venganza que equilibre ese mal juego en el que solo se afecta la imagen personal del individuo.

Hoy le contamos varios datos a tener en cuenta y cómo reaccionar de la mejor manera.

1. Verse desde un plano externo

Una buena técnica para perder la vergüenza consiste en verse como si fuera un observador más. Esto ayuda a distanciar las emociones negativas y a ser más amable consigo mismo. También permite que el momento pase más rápido de lo que creemos. 

2. No se avergüence de su vergüenza

Sentir vergüenza no debe hacerlo sentir inferior. Si sabemos aceptar que es algo natural del humano equivocarse, evitará que gastemos energía innecesaria en sobre pensar algo que simplemente se pasa con el tiempo. Solo importa continuar. 

3. Desinhibirse

No darle la importancia que nosotros consideramos que tiene y llevarlo todo por medio del humor es lo mejor que podemos hacer.

4. Compartir lo que siente

Para aprender a manejar estas situaciones se recomienda hablar sobre lo que sentimos. Si todo se trata de sentir vergüenza, lo mejor es comunicar cómo estamos y qué sería una posible solución.

5. Ordene sus intereses

Organizar sus prioridades e identificar qué es lo que le avergüenza le puede ayudar. Si por ejemplo hablar en público le genera un pánico incontrolable, la práctica y dejar de ser tan duro consigo mismo puede hacerle perder esa presión que desemboca en momentos incómodos o vergonzosos.

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