La promesa que Álvaro González Narváez le hizo a su esposa, de pasar el resto de su vida con ella, se desvaneció en un instante fugaz la noche del pasado domingo, cuando un sujeto lo baleó junto a otro hombre llamado Luis Eduardo Betancourt. Todo ocurrió dentro de un bar del barrio Santo Domingo (Ciudad Bolívar), zona de abundantes comercios y vecinos, hoy aterrados con este doble crimen.

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El macabro acontecimiento se dio antes de la medianoche. Cuentan en el sitio que en un pequeño bar de portón blanco se hallaba una multitud departiendo. El homicida llegó, al parecer acompañado, descendió de un vehículo y entró al establecimiento, donde cruzó algunas palabras con Álvaro; luego sacó una pistola, le apuntó en la cabeza y le disparó sin piedad al muchacho de 27 años.

Pero ahí no pasó, luego se ensañó con otro cliente del bar, de unos 37 años, a quien le pegó un tiro para después salir campante y perderse entre la oscuridad.

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Y aunque aún es un misterio lo que hay detrás del doble asesinato, las autoridades avanzan en el reconocimiento de los implicados, y sobre todo, en la identificación de la persona que semanas atrás había amenazado a Álvaro.

Sobre Luis no es claro que su muerte obedeció a la misma venganza que sufrió el muchacho, o si fue atacado por estar en el lugar y en el momento equivocado.

Doble homicidio en bar

“¿Qué fue lo que pasó aquí anoche?”, es la pregunta que no cesaban de hacer los policías de Santo Domingo ayer, a todos los comerciantes que pudieron haber presenciado el doble crimen en la transversal 77 con calle 68 B Sur.

Ante muchas preguntas, las respuestas eran más bien pocas. En medio del boroló por los disparos, los testigos se ocuparon de los heridos, mientras los asesinos huían.

“Eso fue terrible. Nosotros ya habíamos cerrado el asadero cuando pasó eso. Dicen que los dos pelados estaban tomando, y la esposa de uno de ellos también estaba ahí cuando les dispararon. A uno lo sacaron y se lo llevaron al hospital, y otro murió ahí mismo ¡Qué pecado!”, exclamó una de las comerciantes que ocupa el local junto al bar.

Los uniformados del CAI Santo Domingo, muy cercano al bar, desplegaron sus patrullas en búsqueda de los responsables. Otras unidades se ocuparon de llevar a Luis al Hospital Meissen.

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Ambos presentaban una herida de bala cada uno en la cabeza. Luis alcanzó a ingresar a cirugía y duró varias horas allí, hasta que su vida se apagó sobre las 1:15 de la madrugada de ayer.
Las pesquisas no se han detenido, y la policía resguarda el perímetro del criminal.

Según Q’HUBO pudo conocer, una de las víctimas, el más joven, fue baleado cuando se encontraba con su amada esposa. La mujer al parecer detalló ante las autoridades que su marido le había manifestado haber recibido amenazas de muerte semanas antes. Sin embargo, la mujer desconocía el nombre de esa malintencionada persona, o las circunstancias por las que amenazaron a su esposo.

Las autoridades continuarán tratando de dar con la verdad de este aterrador crimen.
Los hijos de Álvaro y su esposa lamentaron su muerte. La mujer dejó este mensaje: “no tengo palabras mi amor, me dejaste sola, en qué momento rompiste tu promesa. Mi amor, no me dejes por favor”.

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