Una pareja de esposos estaba de luto e iba para un funeral. Hombre y mujer se disponían a despedir a un conocido que días antes había fallecido, así que decidieron salir a la puerta de su casa para rezar un Rosario y pedir por el alma del hombre que estaba a punto de ser sepultado. Era el mediodía del jueves 5 de mayo.
En la puerta de su hogar, ubicado en la Carrera 60G con Calle 17A, en el barrio Meissen, entre Ave Marías y Padrenuestros la pareja se persignó y se despidió. El hombre tomó rumbo a las exequias de su amigo.
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Camino al funeral…
A los pocos minutos de recorrido, Hugo Enrique Rojas Hidalgo fue sorprendido por un hombre que tenía en su poder un arma de fuego. A plena luz del día y en la mitad de la calle este empezó a disparar al aire en señal de amenaza.
Mientras Rojas Hidalgo y los demás transeúntes aterrorizados trataban de buscar refugio, el atacante apuntó hacia la humanidad de Hugo y lo hirió de muerte a la altura del abdomen.
El sicario, al que la familia del occiso al parecer ya tiene identificado, huyó con rumbo desconocido, aprovechando el desconcierto que generó el hecho. La Policía ya cuenta con información valiosa del posible paradero del asesino.
Traslado y deceso
Por su parte, el hombre herido, que yacía moribundo sobre el piso, fue trasladado en un carro particular al Hospital de Meissen sobre las 12:58 p.m.
Fue ingresado de urgencia, pero a pesar de los esfuerzos médicos de reanimación, la pérdida de sangre y la gravedad de la herida fueron considerables, por lo que se registró su deceso sobre las 2:50 de la tarde.
El centro médico le informó a la estación de Policía de la localidad que Hugo Enrique Rojas Hidalgo acababa de fallecer. Tenía 42 años.
En la escena del crimen hay una cámara de seguridad que resulta clave para armar este rompecabezas judicial. Entre tanto, la Policía inició el monitoreo de todos los aparatos tecnológicos del sector para lograr reconstruir el recorrido que hizo el sicario, momentos previos al ataque, y la dirección que tomó una vez hirió de muerte a su víctima.
Violencia desatada
La localidad 19 de la capital actualmente vuelve a ser una de las más violentas de la ciudad. Los niveles de agresividad son alarmantes, la tolerancia es nula y pareciera que la solución efectiva a los problemas en una buena parte de la zona son una pistola o un cuchillo.
A marzo de este año ya son 42 casos de homicidio que se han presentado en Ciudad Bolívar. Los vecinos exigen mayor presencia policial y gubernamental.
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