Como mujeres, generalmente son muchos los aspectos de nuestro cuerpo a los que les dedicamos más cuidados para vernos y sentirnos mejor, en comparación con los hombres.
La piel del cutis, uñas organizadas, cabello radiante y por ahí sigue la lista, pero hay algunos aspectos que son incluso más relevantes, pero podemos dejarlos de lado porque no saltan a la vista, como nuestro piso pélvico.
De esos músculos que sostienen nuestro útero, vejiga y otros órganos dependen muchos aspectos para sentirnos sanas.
De ahí se desprenden problemas como la incontinencia urinaria y para prevenir o combatir esta molestia hay una técnica que no le quita mucho tiempo, ni mayor esfuerzo: los ejercicios de Kegel.
Sobre la incontinencia
Lo primero que se debe aclarar es que no es una problemática exclusiva de mujeres, a los hombres también se les puede presentar, pero al público femenino le podría pasar después de un embarazo y parto, después de una cirugía ginecológica o incluso si aumenta de peso o a medida que envejece.
¿Cómo sé que la tengo? Si quizá se le escapan unas cuantas gotas de orina al estornudar, al reírse o al toser, la sugerencia inmediata es que consulte con su médico porque la puede estar padeciendo y muy probablemente un ginecólogo le mande una buena rutina de ejercicios de Kegel.
También existen aparatos de Kegel para hacer ejercicios más avanzados, pero lo mejor es que sean recetados por un ginecólogo. /FOTOS: STOCK.
Los ejercicios
Es muy sencillo de hacer y puede ser en cualquier momento del día, tanto estando relajada en su cama o sentada en su puesto de trabajo. Proceda a apretar los músculos del piso pélvico por cinco segundos y luego relajarlos por unos 10 segundos, preferiblemente trate de hacerlos después de orinar para tener la vejiga vacía.
Lo mismo debe repetirlo al menos 10 veces y si lo puede hacer tres veces al día, diariamente, su piso pélvico se lo agradecerá. Eso sí, preste atención de no flexionar los músculos del abdomen, los muslos o los glúteos y no contenga la respiración, respire normal.
¡Pilas con dañar su piso pélvico!
Los ejercicios de Kegel nunca se deben realizar cuando esté orinando, porque es posible que cause un efecto contrario y, adicional, la forma en la que usted orine puede cuidar o dañar su piso pélvico.
Una forma de dañarlo es orinando de forma apresurada o semisentada (cuando el baño está sucio), porque optamos por pujar para expulsar la orina más rápido y eso debilita el piso que carga los órganos.
Es preferible limpiar la taza con una toalla húmeda para poder sentarse cómodamente y esperar a que la vejiga se desocupe por sí sola.
Otros beneficios
Además de los beneficios comprobados en mujeres con incontinencia y para prevenirla, los ginecólogos aseguran que practicar una rutina constante de ejercicios de Kegel le ayudará a tener relaciones sexuales más placenteras, podrá tener una recuperación postparto más rápida y, en general, va a fortalecer el suelo pélvico.
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